domingo, 28 de diciembre de 2014

Sin límites - Lorca

Arrojo mi vida a través del muro histórico, 
preparándome para volar, mueren mis sentimientos hacia ti, 
mas crecen según te aproximas a la clausura.
Matarme han tenido para que pienses en lo inapreciable de tu legado,
en mi inexorable retirada, en lo paradójico de tu pintura...

Aquel día que te diste a conocer, bailando sobre las olas que nos recubrían casi por completo,
llovían estrellas mientras me enseñabas la magia de lo no eterno.
Apoyado en tus palabras, te acerqué mi aliento,
rezando aún sobre las frías sangres, esmerándose por renovar su riego.

La sombra de nuestras manos se ceñía a lo inerte,
Y tenerte había sido siempre mi castigo.
La vida, poco navegante, nos había sido arrebatada con cada embestida del oleaje,
tu sonreías,
tímido e impaciente,
complaciente y sentido...

Me miré el filo de un diente en cada gesto,
quise saber la composición del mismo -y de cada molécula que nos recubría, de cada verso que por ti escribía- no era oxígeno lo que al agua componía:
fuego y mar,
mar y acero,
acero y luz de luna,
sal y azúcar,
prisas y esmero...
Después, tú quisiste oírme latir, aún no confiabas en los muertos, no bastó sacarme una a una las espinas, ya que el proceso preferiste tú hacerlo.
-Pon tu mano en mi cuello, siente mi vena temblar, no soy humano sino alma...Y ahora, ¡calma mis gritos con veneno!
Pon tus dientes en los míos, y dime tú de qué están hechos, saca la mano de la barca, deja que me acerque al riachuelo-
Caímos juntos sobre el subsuelo, el mar de plata ondeaba en nuestra dirección y a cada salpicada mi puño se enderezaba y mi cabeza tocó tu lienzo.
¡Cómo quisiera inspirar tus pinturas! Y ser nombrado al fin tu siervo, tocas mi frente con ternura y así lo negro se hace eterno...
Negro el cielo que no luce
y tus cabellos también son negros,
oscuros los peces con sus bruces
y vacuo silencio que no requiero.

Aún tengo minutos de vida, por los que irremediablemente espero, se despide tu amado Federico, a la cola de los mártires y de los cañonazos de fuego

Inspirado en Federico García LORCA y Salvador DALÍ


domingo, 21 de diciembre de 2014

Sanos y salvos

Bajo tu rostro se oculta la melodía de mi pesar,
hipada por las ganas aunque con desidia me encuentro,
insulsa en la lluvia de mis lágrimas,
encuentro fortuito al final de un cielo

Vuelvo a la pista sin entreno previo,
mas práctica no perdí gracias a los recuerdos ,
la táctica no cambia ni tampoco el juego;
dos contextos iguales: uno en blanco, ahora ya más negro

Muevo ficha y tú te ocultas,
desapareces cual enfermo
carcomido por mis ansias de tu subsistencia,
ya elegido por otro adversario como compañero

Pero vuelves a raíz de una alusión,
a partir del comentario ingenuo
calculado por mi decir al aire y ser soltado al mismo vuelo

Me he condenado yo misma,
Un reencarcelamiento de hecho,
por experiencia me lo tomo a risa
y llevo a mi celda tus nuevos versos 

martes, 28 de octubre de 2014

La penúltima demanda

Quiero volver a verte para conocer todo abandono
Y que no vuelvas y así sentir aún más dolor

Con tus pasos traes un tiempo de añoranza
Réquiem, constancia
De tu mano en un adiós  

Méramente camino sola
Haciendo sentencia al parecer
Invisible a ratos tu figura
Empujando por detrás mis pies

Sueñas con otras vidas
Queriendo salir del papel
Y adentrarte en un mundo de rosa
Más tonal que tu impasible piel 

Y en un cine de verano
Percibo los pálidos cristales entre tus dedos
Y rápidos que por poco nos demoran
Haciendo de tu finura un lienzo

Quiero volver a casa para que hagas presencia en un libro
En una insulsa estancia de mis cueros
Perdido entre los muros de mis sentidos

Y que no aparezcas incluso después de la muerte
Cuando las cenizas nos cubran con misterio
Que se queden contigo para siempre
Y que la suerte me aproxime al compañero.



viernes, 10 de octubre de 2014

Así, 10 de octubre

Vacía como las arcas de tu tesoro,
griseadas completamente por la edad
Sentí no haber cogido tu frase al vuelo,
rama después de un fuego tu frialdad

Como prender un cigarro casi a destiempo
La magia de tus absurdos desvanecí
No llevo ni los tacones si tu no bailas,
Tal rezo que aún conmemora a ti

Tormenta de llanto y alegre en los recitales,
La senda de tu memoria por exhibir
Los niños que no existían tal vez se fueron
Y su algazara huyó de mi

Aun siendo fiel a todos tus enemigos
con su suerte topas más de una vez
Mas ves la vida envuelta en verano,
en llamas blancas como tu piel

Y de noche incluso hablo otra jerga,
todo pájaro en mano vuela otra vez
Si quieres te llamo a plazos y discutimos
aquello que celebramos alguna vez.



lunes, 8 de septiembre de 2014

adventures

Cuando la felicidad verdadera se encuentra a mil leguas, cien mil lenguas rogando un no.
Cuando tus labios rozan los míos y me río al sentir tu calor.
Cuando perdonas y ahogo mis penas en tacitas de ti,
Cuando perderme ha sido encontrarme y nacer y morir.

Te alejas en transporte blanco,
Por la carretera de mis noches y de un nunca jamás.
Quizás conocí a un Peter Pan que supo madurarme,
Quizás algún día sabré que no sé de ti.

Poco a poco mi luz se apaga,
Mientras, amado, tú inventas el fuego por mi.
Tu corbata rosa y camisa a rayas,
Tus manchas de pena y mis ganas de ti.

Vestido negro como tu alma,
Brillantes blancos estilo tu tez 
Pierdo memoria que sin ti moría, 
Te pierden las ganas de estar lejos de mi. 

sábado, 7 de junio de 2014

Jars of hearts,

Mi piel envuelta en llamas al son de tu juego.
Enternecida por tu madurez, sentida casi completa.
Complejo grito que susurras al yo morir
Importando metas y corazones al peso

Mi preso ha huido sin mí,
proclamando su sentir con ápices mujeriegos
riego el llanto de sus ojos por ti
amiga, oponente, compañera de talego


sábado, 31 de mayo de 2014

Ruinas

Más importante que cualquier ruina por descubrir, es tu existencia para mis inexistentes atuendos mentales.
Vas y regresas,
y no te aclaras con el destino a sabiendas de su paso.
Como aquel que inventó un paso de baile clandestino

No sé si quizás, acaso y temporalmente fuiste, eres y serás mi ruina.
Mi templo egipcio.
Mis pinturas góticas.
Mi Venus de Milo

Una obra hecha el arte de la carne, un realismo que admiro.
Ojos sujetos a un sujeto, ¿por qué te alejas?
Abandonando las bases de mi nido.

Dos vidas amarradas a un silencioso grito,
ni más ni menos que envidioso, cruel y vacío
y otra vez el no saber por qué te quejas,
tirando por tierra los restos de tu anillo...

Pena el no volver a oír tus cuerdas desafinando al paso de mi orquesta.
Suerte que guardo tu paño con el mío.
Nunca fue buena propina el perdonarme,
tu desinteresado afán por abrazarme cobró sus pelas al oído.

La gente no cambia y odio que me lo recuerden,
¿y qué si creo en falsos inocentes y presidiarios incomprendidos?

Si la maldad abunda, mis habilidades de reconocimiento perecen,
poseo en bancarrota muchas promesas pidiendo auxilio

Pero mi realidad es diferente,
me fié de otra gente,
la magia no existe
y tú ya no estás presente.


Mi trigésima maravilla.

El columpio de mi existencia se abalanzaba sobre ti, tímida quizás, inquieta por conocer cada entresijo de tus pálidos ojos.
mi sueño poseído por tus inexistentes caricias, fríos te quieros 'hilos de oro escondidos entre besos'. mensajes agradecidos a destiempo. gritos como regalos venideros.
me amabas en secreto, un secreto que nunca me dirían, el grito mudo no proclamaba sentimientos y pensarte apagaba mi luz. y quererte mis momentos. y noches en vela al tú correr un tupido velo.
preferí al humano incorrecto, tan incorrecto que yo sonreía, tan imperfecto que la perfección nos unía, el único diablo con el que mi inferioridad se entendía.
el alma estaba ciega cuando el corazón ni respondía. mis monosílabos poseían la angustia de no ser correspondida. compartíamos piso en la calle noventa y cinco, no colgué ni cuadros tras meses de esperarte con ahínco!
el cariño de tus allegados, incomparable con el amor del ser amado, aquellos sufren por ti mientras solo el vacío llora por ellos. citados te aman cuando tú ya no buscas consuelo.
mi trigésima maravilla eras. y el grito que susurraba tu ego, la voz más bonita del mundo y la piedra de un pequeño mechero.
tu nombre se autocorige en mis textos aunque cada sílaba es como música para mis sentidos.
y yo te consolaba. canalladas inertes, tu esclava en peligro de muerte al cantarte un soneto.
las hojas caían por cada mes viajero de enero a marzo, recaí en febrero.
adicción lo llaman mas estos meses han sido veneno...

y bonito recuerdo tu pelo, lacio más que húmedo, teñido por el terciopelo.
el momento se fue, te deshiciste de él, bajé en la primera estación de un tren austero.

frialdad al mirarte, cuando por dentro no puedo, tristeza casa con risa, mirada si es precisa en las páginas de un triste cuento.

pronuncié mi discurso, así llora un difunto, mis fallos ahora se acentúan a la vez que tú, amado, echas el vuelo.

Mi finiquito.