sábado, 31 de mayo de 2014

Ruinas

Más importante que cualquier ruina por descubrir, es tu existencia para mis inexistentes atuendos mentales.
Vas y regresas,
y no te aclaras con el destino a sabiendas de su paso.
Como aquel que inventó un paso de baile clandestino

No sé si quizás, acaso y temporalmente fuiste, eres y serás mi ruina.
Mi templo egipcio.
Mis pinturas góticas.
Mi Venus de Milo

Una obra hecha el arte de la carne, un realismo que admiro.
Ojos sujetos a un sujeto, ¿por qué te alejas?
Abandonando las bases de mi nido.

Dos vidas amarradas a un silencioso grito,
ni más ni menos que envidioso, cruel y vacío
y otra vez el no saber por qué te quejas,
tirando por tierra los restos de tu anillo...

Pena el no volver a oír tus cuerdas desafinando al paso de mi orquesta.
Suerte que guardo tu paño con el mío.
Nunca fue buena propina el perdonarme,
tu desinteresado afán por abrazarme cobró sus pelas al oído.

La gente no cambia y odio que me lo recuerden,
¿y qué si creo en falsos inocentes y presidiarios incomprendidos?

Si la maldad abunda, mis habilidades de reconocimiento perecen,
poseo en bancarrota muchas promesas pidiendo auxilio

Pero mi realidad es diferente,
me fié de otra gente,
la magia no existe
y tú ya no estás presente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario