Bajo tu
rostro se oculta la melodía de mi pesar,
hipada por
las ganas aunque con desidia me encuentro,
insulsa en
la lluvia de mis lágrimas,
encuentro
fortuito al final de un cielo
Vuelvo a la
pista sin entreno previo,
mas práctica
no perdí gracias a los recuerdos ,
la táctica
no cambia ni tampoco el juego;
dos contextos
iguales: uno en blanco, ahora ya más negro
Muevo ficha
y tú te ocultas,
desapareces
cual enfermo
carcomido
por mis ansias de tu subsistencia,
ya elegido
por otro adversario como compañero
Pero vuelves
a raíz de una alusión,
a partir del
comentario ingenuo
calculado
por mi decir al aire y ser soltado al mismo vuelo
Me he
condenado yo misma,
Un reencarcelamiento
de hecho,
por
experiencia me lo tomo a risa
y llevo a mi
celda tus nuevos versos
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