jueves, 12 de marzo de 2015

Título esperanzador

La hoja afortunada que roza tu cuero,
No es más que un silencio que te vacía
A la cual regalas tus otoños,
Mientras yo recuerdo tus alegrías

No termina de manifestarse
El contacto de mi polo con tu ira,
Saltan chispas por un burdel
Como si fuera una canción de Sabina 

Y te envío postales de Roma 
Aunque sé que no las miras,
Por no ver cómo se desploma
mi cuerpo empujado por las minas 

Ella ríe mientras tú no lloras,
La magia que esgrime
Te acorta las horas,
Intuyo tus paso por el corredor de miras

Acabando con lo inerte, 
Presente, pasado y mentiras
Tú, tu inexistencia armoniosa
Ella, su figura y guillotina


domingo, 8 de marzo de 2015

Todo sobre mi enemigo

Calma mis gritos, quémame en silencio 
Ahuyenta mis latidos, corta con mis miedos

Mi sangre se derrite, aumenta tu recelo
Las venas no se esconden, intuyen su sendero

Dile al llanto que no grite, 
Háblame de los extremos, 
Mis dos cristales mojados 
Conmemoran tus lamentos 

Con el filo de mi diente, saco la inerte crueldad 
Y afilo su tenue, fina y recta maldad
La incisión que me provoca no supera la realidad 

Son tus puntadas las que me matan
Atormentadas en su inmensidad   

martes, 13 de enero de 2015

Ensayo 1

Quiero un mundo libre pero sin domingos en casa,
Casarme con el vino y sentirte en tu llegada.

Quiero un mundo libre en el que solo faltes tú
y contagiarme del mundo que viertes en las sábanas.

Las cosas del querer. 


Haciendo el trayecto algo menos agradable, por primera y última vez me voy a dirigir a vosotros en este contexto, ya que no puedo presumir de tener don de gentes pero sí gentes que me critiquen con esmero.
¿Y qué contar si no es con los dedos? La lista de la compra, el tiempo, las pestañas de mi ojo, ni siquiera sé un cuento entero...
Pues de hecho vengo a debatir sobre algo que realmente me confunde, me enerva y a veces atormenta; un discurso recurrente en los versos de mis sonetos, ya que como dijo Platón 'El poeta no lo es por técnica sino por endiosamiento'.

Me refiero indudablemente al amor, no al de madre de manera única, sino más bien al de un compañero. Al terrenal deseo de sentirnos útiles y de jugar con fuego -un niño inocente arderá, mas el adulto corpulento insistirá en jugar con él de nuevo.-
La predilección que sentimos por otro ser es algo innato que nos desboca, nos aturulla y hasta todavía infunde miedo.
O eso se lee en su definición más clara, algo que mis contemporáneos no consideran de mutuo acuerdo.

Hoy en día, más que un sentimiento puro, el amor es algo pasajero, que no va en tren ni comparte equipaje ni pluma ni tintero.
Las bajezas del ser humano son inescrutables, no debemos idealizar al descendiente del mono de tal modo que no nos suene tan salvaje.
Por lo pronto es algo temprano para amar sin ser amado y mucho menos dejar sin ser dejado; el sentido de lo que escribo es algo figurado pero nada imperceptible para el ojo mundano.

A lo que quiero llegar con este hacinamiento de palabras, es al poco respeto que nos ha despertado siempre un cuerpo: nuestro, vuestro, mío o tuyo, en definitiva el esqueleto. Confundimos nombre con verbo y el verbo se hace carne, consumida por la urbe ya que los vegetales se extinguieron.

Mas ¿qué hay del amor hacia las cosas? ¿Es acaso un libro poco menos? ¿Y si no quiero las rosas que regalan con el suplemento?
En mi opinión, tan cierto y honesto es el amor por lo humano como lo es por lo etéreo; tu alma se hace más impura ante mis ojos cuantos más desengaños poseo, y si se trata de apreciar la guapura, los ideales de belleza en mano te confiero. En cuanto aprendamos a querer las melodías, las letras, los lienzos... Más alto se abrirán las puertas del cielo.

Aún así, considero mi texto inacabado, ambiguo, anodino y zalamero.
Y porque sé de las sutilezas que utilizan los caballeros, me niego a pensar que alguna vez servidora se plante por sesera un velo.



domingo, 28 de diciembre de 2014

Sin límites - Lorca

Arrojo mi vida a través del muro histórico, 
preparándome para volar, mueren mis sentimientos hacia ti, 
mas crecen según te aproximas a la clausura.
Matarme han tenido para que pienses en lo inapreciable de tu legado,
en mi inexorable retirada, en lo paradójico de tu pintura...

Aquel día que te diste a conocer, bailando sobre las olas que nos recubrían casi por completo,
llovían estrellas mientras me enseñabas la magia de lo no eterno.
Apoyado en tus palabras, te acerqué mi aliento,
rezando aún sobre las frías sangres, esmerándose por renovar su riego.

La sombra de nuestras manos se ceñía a lo inerte,
Y tenerte había sido siempre mi castigo.
La vida, poco navegante, nos había sido arrebatada con cada embestida del oleaje,
tu sonreías,
tímido e impaciente,
complaciente y sentido...

Me miré el filo de un diente en cada gesto,
quise saber la composición del mismo -y de cada molécula que nos recubría, de cada verso que por ti escribía- no era oxígeno lo que al agua componía:
fuego y mar,
mar y acero,
acero y luz de luna,
sal y azúcar,
prisas y esmero...
Después, tú quisiste oírme latir, aún no confiabas en los muertos, no bastó sacarme una a una las espinas, ya que el proceso preferiste tú hacerlo.
-Pon tu mano en mi cuello, siente mi vena temblar, no soy humano sino alma...Y ahora, ¡calma mis gritos con veneno!
Pon tus dientes en los míos, y dime tú de qué están hechos, saca la mano de la barca, deja que me acerque al riachuelo-
Caímos juntos sobre el subsuelo, el mar de plata ondeaba en nuestra dirección y a cada salpicada mi puño se enderezaba y mi cabeza tocó tu lienzo.
¡Cómo quisiera inspirar tus pinturas! Y ser nombrado al fin tu siervo, tocas mi frente con ternura y así lo negro se hace eterno...
Negro el cielo que no luce
y tus cabellos también son negros,
oscuros los peces con sus bruces
y vacuo silencio que no requiero.

Aún tengo minutos de vida, por los que irremediablemente espero, se despide tu amado Federico, a la cola de los mártires y de los cañonazos de fuego

Inspirado en Federico García LORCA y Salvador DALÍ


domingo, 21 de diciembre de 2014

Sanos y salvos

Bajo tu rostro se oculta la melodía de mi pesar,
hipada por las ganas aunque con desidia me encuentro,
insulsa en la lluvia de mis lágrimas,
encuentro fortuito al final de un cielo

Vuelvo a la pista sin entreno previo,
mas práctica no perdí gracias a los recuerdos ,
la táctica no cambia ni tampoco el juego;
dos contextos iguales: uno en blanco, ahora ya más negro

Muevo ficha y tú te ocultas,
desapareces cual enfermo
carcomido por mis ansias de tu subsistencia,
ya elegido por otro adversario como compañero

Pero vuelves a raíz de una alusión,
a partir del comentario ingenuo
calculado por mi decir al aire y ser soltado al mismo vuelo

Me he condenado yo misma,
Un reencarcelamiento de hecho,
por experiencia me lo tomo a risa
y llevo a mi celda tus nuevos versos 

martes, 28 de octubre de 2014

La penúltima demanda

Quiero volver a verte para conocer todo abandono
Y que no vuelvas y así sentir aún más dolor

Con tus pasos traes un tiempo de añoranza
Réquiem, constancia
De tu mano en un adiós  

Méramente camino sola
Haciendo sentencia al parecer
Invisible a ratos tu figura
Empujando por detrás mis pies

Sueñas con otras vidas
Queriendo salir del papel
Y adentrarte en un mundo de rosa
Más tonal que tu impasible piel 

Y en un cine de verano
Percibo los pálidos cristales entre tus dedos
Y rápidos que por poco nos demoran
Haciendo de tu finura un lienzo

Quiero volver a casa para que hagas presencia en un libro
En una insulsa estancia de mis cueros
Perdido entre los muros de mis sentidos

Y que no aparezcas incluso después de la muerte
Cuando las cenizas nos cubran con misterio
Que se queden contigo para siempre
Y que la suerte me aproxime al compañero.



viernes, 10 de octubre de 2014

Así, 10 de octubre

Vacía como las arcas de tu tesoro,
griseadas completamente por la edad
Sentí no haber cogido tu frase al vuelo,
rama después de un fuego tu frialdad

Como prender un cigarro casi a destiempo
La magia de tus absurdos desvanecí
No llevo ni los tacones si tu no bailas,
Tal rezo que aún conmemora a ti

Tormenta de llanto y alegre en los recitales,
La senda de tu memoria por exhibir
Los niños que no existían tal vez se fueron
Y su algazara huyó de mi

Aun siendo fiel a todos tus enemigos
con su suerte topas más de una vez
Mas ves la vida envuelta en verano,
en llamas blancas como tu piel

Y de noche incluso hablo otra jerga,
todo pájaro en mano vuela otra vez
Si quieres te llamo a plazos y discutimos
aquello que celebramos alguna vez.